Luis Estragués Carratalá sigue dando vida al Sargento Juan Andrade

Lydia | @MisLecturicas

Hoy conocemos al autor de la serie del Sargento Juan Andrade, unos libros que se han ido sucediendo desde 2019 hasta el año en el que nos encontramos, en el cual, acaba de salir rumbo a los lectores, la cuarta novela.

Conocimos a Andrade de la mano de Luis Estragués, hace tres años, con “Caso Jaula. El viaje nunca soñado”, donde nuestro sargento se tendrá que meter de lleno en la investigación de un asesinato cuando está tomándose unas merecidas vacaciones a bordo de un crucero rumbo a Miami. 

Luego, “Caso Fuga. Asesinatos en el Metropolitano” y “Caso Furia. Miedo en las prostitutas”, llevarán a Andrade al límite tratando de resolver nuevos asesinaros y desapariciones, y a nosotros, los lectores, junto a él.

Ahora, presenta “Caso Flakka. La locura de los 5 dólares”, donde, para suerte de los lectores, sigue dando vida al sargento Andrade, pero de este último no os voy a decir nada más, ya que en los siguientes párrafos nos disponemos a conocer a Luis y a sus libros más a fondo.

Como siempre os digo, yo os puedo mostrar y recomendar libros y lecturas, pero… ¿qué mejor que el propio autor para que nos hable de sus obras?, os dejo con Luis Estragués Carratalá:

Antes de comenzar, cuéntanos un poco quien es Luis Estragués…

Siempre es difícil autodefinirse. Es una pregunta que a menudo me han hecho en las entrevistas de trabajo y que nunca se me ha dado bien responder. Pero bueno, lo intentaré.

Luís Estragués, actualmente, es un hombre de 56 años, casado y con dos hijos mellizos de 24 años. Diplomado en Criminología por la Universidad de Barcelona y estudiante de la licenciatura en Psicología (todavía, a mis años) por la UNED. Tengo dos cursos superiores: uno de Seguridad Privada por la UAB y otro de Gestión de Personal por EADA.

A nivel laboral, soy agente de policía desde el año 1995, todavía en activo. He desarrollado toda mi carrera profesional en el ámbito de la Policía Científica, en la que llevo ya 25 años. 

He estado en todas las especialidades de este servicio (Fotografía, Balística, Inspecciones oculares, Incendios estructurales, Homicidios, Laboratorio, Drogas, Documentoscopia, Lofoscopia, Sistema Automático de Identificación Dactilar, Dactiloscopia, etc etc).

Aunque me especialicé definitivamente en Documentoscopia y Propiedad Intelectual e Industrial hace ya 17 años.

He sido docente en cursos de especialización en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, en Universidades, Sindicatos policiales, academias de formación de vigilantes de seguridad, etc.

A nivel personal, aparte de la escritura, mis aficiones son el rugby (en mis tiempos jóvenes fui jugador y he ejercido de entrenador senior regional) y la música heavy metal (desde joven he asistido a conciertos de música en directo de mis grupos preferidos y aún sigo yendo). También soy un gran cinéfilo, devorador de películas y series de toda clase.

LUIS ESTRAGUÉS CARRATALÀ

¿Cómo decidiste comenzar a escribir?

Fue en el año 2011 o 2012, ahora ya no recuerdo bien en qué momento en concreto tomé esa decisión. Anteriormente, me lo había propuesto, pero nunca me había atrevido, básicamente por respeto a la profesión y por miedo a no dar la talla, a no ser lo bastante bueno, a que a nadie le interesara lo que pudiera escribir. 

Tenía el concepto, creo que equivocado, de que los escritores son seres de otro planeta, con unas facultades aventajadas para la narración, y que sólo ellos podían escribir historias.

Puede ser que muchos de los escritores dispongan de esas facultades, incluso innatas; pero también hay muchos que pueden llegar a conseguirlas a través de la formación y de la experiencia.

Creí que yo también podía, con el tiempo, llegar a ser escritor. Y estoy convencido de que, día a día, me voy acercando cada vez más a ese concepto idealizado que tengo de la profesión, a través del trabajo y de la formación continua.

Quiero hacerte la típica pregunta de: ¿Un escritor nace o se hace?

Algunos autores te responderán que nace. Son los que piensan en ese perfil innatista de la profesión.

Yo soy más partidario de la otra respuesta: se hace. Creo que con formación y la suficiente experiencia, se puede llegar a ser un buen escritor.

También hay otra postura entre los escritores, con la que no estoy para nada de acuerdo, que opina que no eres escritor si no te dedicas profesionalmente a ello, si no cobras un sueldo por tu trabajo, si no tienes un mínimo de caché o si no tienes un cierto número elevado de lectores. Opino que esa es una visión muy estereotipada y restringida de lo que es un escritor.

Creo que es tan escritor uno que se dedique a tiempo completo como el que se dedica a tiempo parcial, el que cobra por sus manuscritos un dinero de una editorial que el que no lo hace, el autor al que le publica una editorial tradicional y el escritor que se autopublica (siempre que su obra tenga un mínimo de rigor). 

Siempre que la escritura suponga un hábito diario en la vida de una persona, para mí, ese autor es un escritor. Lo puede hacer mejor o peor, puede publicar o no, puede ser novel o veterano, conocido o desconocido; da igual.

Un escritor no solo es aquel que es conocido, que ha triunfado, que tiene una legión de lectores. Para mí, un escritor es aquel que ejerce diariamente esta profesión o de una forma asidua, independiente de su nivel de calidad.  

Por ello, siempre invito a las personas a que superen ese miedo o respeto o como queramos llamarle, que todos tenemos; y se lancen a escribir si es que tienen esa inclinación o se creen en esa necesidad.

Parece que la concepción del término «escritor» está cambiando actualmente, ¿verdad?

Así es. En tiempos anteriores, solo publicaban libros las editoriales tradicionales; y a esas es muy difícil llegar, porque estas empresas se mueven por criterios estrictamente comerciales: para llegar a invertir un dinero en un autor, este debe asegurarles una expectativa de ventas que les amortice e incluso les de beneficios por esa publicación.  

Actualmente, por suerte, existen muchas fórmulas para poder llegar a publicar tu manuscrito, con editoriales que ofrecen los servicios de edición de forma profesional.

Se está pasando de una concepción de escritor reservada a unos pocos (los de las editoriales tradicionales) a una idea más abierta de lo que es un escritor, porque actualmente existen más oportunidades para los escritores noveles de llegar a publicar su manuscrito.

¿Qué les recomendarías a las personas que quieran iniciarse como escritores?

En primer lugar, y sobretodo, que no se equivoquen de expectativas: el llegar a escribir un best seller o llegar a vivir única y exclusivamente de la escritura es un lujo al alcance de muy pocos; por lo que no debe ser el objetivo prioritario el alcanzar el triunfo, la fama y el hacerse rico con la escritura; sino que el escritor novel debe buscar otras motivaciones como el sentirse bien consigo mismo escribiendo, el reconocimiento de la calidad de sus obras, las buenas opiniones entre los pocos lectores que consiga, etc. En definitiva, que sea realista y toque de pies en el suelo, que busque disfrutar de la escritura y que eso sea lo que más le llene moralmente.

También, que no se lleve a engaños: la escritura es una profesión y comporta un duro trabajo diario, no es un pasatiempo; eso si quieres desempeñarla correctamente. Para ello, tienes que imponerte una disciplina de trabajo diaria, una lucha contra las frustraciones, escribir cada día superando algunas veces la falta de ganas o algunos bloqueos mentales que te llevan a la hoja en blanco, etc. 

Hay que buscar tiempo en tu vida diaria, sacar unas horas de tus quehaceres, obligaciones y aficiones, a veces sacrificando otras distracciones, privándote de horas de sueño, etc.

Necesitarán del espacio óptimo, un lugar tranquilo para escribir, en el que tengan las menores molestias posibles y en el que puedan concentrarse; un ordenador y material de escritorio y muchas ganas de aprender. 

Por supuesto, finalmente, una voluntad inquebrantable de escribir, independientemente de las primeras críticas negativas que puedan recibir: con la experiencia diaria se mejora mucho.

También les recomendaría que, si saben que tienen una idea para escribir, pero que no consiguen llevarla hacia adelante aunque lo intentan, se dejen asesorar por una persona con más experiencia que ellos, un coach, un escritor ya avanzado, etc. 

¿Cuál es el mejor momento del día para escribir?

Eso depende mucho de cada uno. En general, la regla es que te sientas a gusto en aquel momento para hacerlo.

Unos, practican la escritura después del trabajo, por la tarde-noche; incluso otros un rato después de cenar.

Yo, con ese horario, no puedo. Estoy ya cansado físicamente y no me concentro.

Soy más de escribir de buena mañana. Es cuando estoy más despejado y con la mente más lúcida. Así que me levanto pronto, incluso los fines de semana, y aprovecho un par o tres de horas para escribir.

Incluso, a veces, me ha pasado de desvelarme a las tres o a las cuatro de la mañana, y para aprovechar el tiempo, ponerme a escribir. Al cabo de dos o tres horas, entrarme de nuevo el sueño y volverme a acostar.

¿Qué supone escribir para ti?

Para mí, escribir supone un doble aspecto. 

Por un lado, significa una necesidad básica en mi vida. Necesito escribir para transmitir las ideas que siento, las historias que me gustaría explicar. En la narrativa, no solo el lector disfruta del mundo imaginario que le propone el escritor. Anteriormente, ese escritor ya ha vivido y ha vibrado con esa historia. Es como una forma de vivir varias vidas paralelas a la tuya. Cuando te pones a escribir, te adentras en un mundo fantástico que has creado tú, que solo tú dominas y donde marcas las reglas de lo que pasa, dejando volar la imaginación.

Por otro, es una fuente de gran orgullo. Después de muchos años de trabajo creando una historia, cuando un lector acaba tu novela y te dice que le ha gustado, o cuando ves tu novela impresa de forma profesional, resulta un subidón de moral impresionante.

¿Por qué novela de misterio?

Yo no definiría mi novela como de misterio, sino policíaca. Tampoco es novela negra, porque la policiaca se diferencia de la negra en que la pregunta principal es: ¿quién es el autor?, su objetivo consiste en desvelar esa gran pregunta; mientras que la novela negra se hunde más en las motivaciones del por qué lo hizo y en la explicación criminológica y social de las causas del delito.

El misterio es intrínseco en cualquier novela, porque si esta no dispone de una trama así, no logra enganchar al lector. En toda historia, ya sea escrita o audiovisual, el misterio es fundamental, porque sino el espectador pierde interés por esa narración.

El misterio tiene dos vertientes: una, el suspense; y otra, el misterio propiamente dicho.

El suspense, como su nombre indica, es dejar en suspenso una acción, un hecho o una característica del personaje para resolverla a posteriori, con lo que el lector se está preguntando continuamente cómo seguirá el próximo paso. Es una acción dirigida al futuro.

El misterio está más relacionado con el tiempo pasado, y supone el preguntarse por parte del lector por los hechos antecedentes y por las experiencias pasadas de unas acciones y de unos personajes actuales.

Ambas formas de misterio crean una tensión en el espectador, que es lo que le mantiene enganchado a la historia que le estás contando. 

¿Te gustaría escribir otros géneros?

Claro que me gustaría escribir otros géneros, porque creo que cuantos más registros domine, mejor escritor llegaré a ser. Cada clase de obra de ficción es diferente en cuanto a su escritura, su enfoque, su forma de hacer las cosas, etc.

Escribo novela policíaca porque es lo que más conozco por mis 27 años de profesión y es lo que también más me llena mentalmente. La novela policíaca es el máximo exponente de la novela de suspense, que encierra un misterio intrínseco en sí misma y resulta, a veces, un rompecabezas de indicios y pistas que el lector debe encajar para llegar al resultado final.  

Pero también tengo iniciados tres manuscritos históricos. La novela histórica es muy difícil, especialmente para un escritor que no es historiador como yo, porque debes recrear unos tiempos y unos lugares que te son ajenos; y debes encajar una trama novelesca y unos personajes ficticios dentro de unos hechos y con unos personajes que realmente existieron. 

Además de ser riguroso en el relato histórico, para el que debes documentarte muy bien, existe esa dificultad de inventarte una historia dentro de la Historia, sin faltar a la verdad de los hechos y sin menospreciar a ningún personaje histórico.

Dispongo, de igual forma, de un manuscrito de ciencia-ficción. Es otra clase de obra muy especifica y especializada, con una forma de escritura muy difícil si quieres hacerla bien. En un relato de ciencia-ficción debes planificar mucho, sobre todo el espacio o ambiente donde se desarrolla y diseñar cómo es el mundo futuro que quieres explicar.

Para ello, me he formado leyendo un libro-manual de Orson Scott Card titulado Cómo escribir novela de ciencia ficción y fantástica, famoso autor del libro y del guion de la película «El juego de Gerald». En él, el autor hace toda una serie de recomendaciones sobre la metodología a seguir para escribir este tipo de novelas.

Para finalizar, recientemente he hecho un curso de Novela Romántica, otra modalidad de obras de ficción con unas características muy particulares. La gran mayoría de autores son mujeres y disponen de un alto nivel, por lo que siendo hombre me cuesta mucho ponerme en esa situación de tener que inventar una trama amorosa bien estructurada e interesante, sin caer en la cursilería. Resulta un reto, pero eso es lo que más me atrae. Así aprendo otras voces y otras formas de narración.   

¿Cómo fue el momento en el que te decidiste a publicar?

Me pasé unos ocho años escribiendo historias sin publicar nada, desde el año 2011. En ese plazo de tiempo, en el que la escritura quedaba en mi ámbito más íntimo, comencé varias historias; fui formándome con cursos de narrativa y cogiendo experiencia con un hábito diario.

Seguí una metodología que recomiendan profesores y escritores veteranos, consistente en que cuando te trabas con una historia y no sabes cómo continuar, debes hacer distancia con ella. Así, cuando tenía «el síndrome de la hoja en blanco» con una trama, la dejaba y cogía otra novela. 

Esto me permitía escribir cada día, en función de la inspiración que tuviera para una u otra historia. Con ello me aseguraba eliminar ese síndrome y avanzar cada día un poco en la escritura. Es un procedimiento que actualmente también sigo porque me funciona muy bien.

Pero esta forma de hacer me provocaba y aun me provoca disponer de varias historias a la vez, todas a medias. Y una de las grandes dificultades que tiene un escritor novel, por lo menos para mí en esos primeros momentos, es conseguir «cerrar» su historia con una alta congruencia.

Fue en el año 2019, con mi primera novela CASO JAULA. El viaje nunca soñado cuando logré acabar una trama coherente y bien hilvanada.

A partir de ahí, todo fue más fácil; y con la experiencia de la primera novela, fui acabando manuscritos que tenía ya muy avanzados. Esto me ha permitido publicar novelas a razón de una por año, una auténtica locura e impensable para cualquier escritor, ni para el más veterano.

Así, en el año 2020 salió CASO FUGA. Asesinatos en el Gran Metropolitano; en el 2021, CASO FURIA. Miedo en las prostitutas y en el 2022, CASO FLAKKA. La locura de los 5 dólares.

Por la razón que os he explicado antes, ya estoy en la última revisión del próximo libro que saldrá en el 2023; y dispongo de otras cinco novelas policíacas más, otras tres históricas y una de ciencia-ficción; que están en distintas fases de escritura, algunas bastante avanzadas y otras no tanto.  

¿Por qué auto publicación?

Hasta ahora, solo publicaban libros las editoriales tradicionales. De hecho, si vas a un gran centro comercial o librería, solo encontrarás las obras de los sellos editoriales más fuertes (dos o tres como máximo) que son los que dominan el mercado. Aunque veas varias firmas editoriales, cada una de esas pertenece a uno de esos sellos editoriales potentes. Por tanto, hay muy poca competencia en este mercado. Son estas editoriales las que poseen muchos recursos, entre ellos y la más importante, la distribución física de libros.

Además, como ya te he dicho antes, esas editoriales tradicionales solo publican a autores consolidados, conocidos, personajes con fama, con los suficientes seguidores como para asegurarle a la editorial un número mínimo de ventas. Es muy difícil que apuesten por un escritor novel.

Por suerte, en el mercado editorial han surgido editoriales que trabajan de otras formas, ofreciendo servicios profesionales de edición para cualquier persona que quiera publicar su manuscrito. Existen varias fórmulas para ello, pero, en definitiva, se trata de corregir, maquetar y crear una portada para tu obra, trabajando para que el resultado final sea una novela bien impresa, sin faltas de ortografía, de aspecto serio y limpio, a la altura de cualquier obra que pueda publicar una editorial tradicional.  

Claro que la calidad de la historia depende de la calidad del autor, pero eso lo juzga el lector cuando la lee.

Esta forma de hacer provoca que el hecho de publicar una obra no solo esté reservado a unos cuantos autores elegidos por las editoriales tradicionales, sino que estas editoriales de autoedición, coedición, etc. hayan dado voz a autores noveles y desconocidos, pero con buenos manuscritos e historias que contar. Ha sido una manera de popularizar la escritura, abriéndola al público en general.

También se puede publicar en plataformas como Amazón. Esta forma de publicación tiene la ventaja de que tu obra está disponible en todo el mundo por internet, con lo que llegas a mucho más público. Pero también tiene el inconveniente de que muchas veces los autores publican obras sin corregir, con faltas de ortografía, mal maquetadas, sin poco o ningún interés, etc; porque a menudo todas las operaciones de editing las hacen ellos.

¿Qué le recomendarías a alguien que ya tenga su manuscrito acabado y quiera autopublicarse?

Primero, que antes de enviar el manuscrito a ninguna editorial, primero lo registre en el Registro de la Propiedad Intelectual de su población o de su Comunidad Autónoma. Creo que todos estos registros oficiales están conectados con el Registro nacional. Por tanto, ya tendrán su manuscrito protegido. Todas las editoriales suelen hacer reserva de la confidencialidad de los escritos que reciben, pero nunca se sabe, mejor estar tranquilos. 

Sobre todo, antes de publicar, que se informe muy bien de todas las editoriales que ofrecen este tipo de servicios, de cómo trabajan, de qué servicios ofrecen, qué condiciones les exigen, etc.

Yo, por mi parte, no escojo a ninguna editorial que no me ofrezca una corrección orto tipográfica incluida en la edición, porque no es admisible que una novela sea impresa con faltas de ortografía. Hecha por tierra el prestigio tanto de su autor como de la editorial que la publica.

Cuando estas escribiendo un nuevo libro, ¿se lo vas enseñando a alguien para que te den su opinión? ¿A quién? ¿o es secreto?

No suelo hacerlo. Creo que es contraproducente, no por ninguna razón de que puedan plagiarlo o nada de eso. Tampoco hay que mantenerlo en secreto. Las recomendaciones que siempre he recibido de mis profesores o de escritores más veteranos que yo y que también transmito, porque me han funcionado bien; es que se respeten las diferentes etapas de la creación de una historia.

Primero, el creador de una narración debe ponerse en modo «escritor». Eso significa un proceso creativo en el que prima la escritura de la historia por encima de todo, la elaboración de la trama, de los personajes, cómo enfocar las escenas, qué escenas necesito para mi historia, etc. Hay que escribir y escribir, sin ponerse a corregir.

En una segunda etapa, cuando ya tienes un primer borrador, es hora de ponerse en modo «revisor». En ese momento, lo que prima es la revisión del manuscrito, la corrección de éste en todas sus facetas. Para ello, hay que leer y releer varias veces la historia, analizándola bien y mejorándola. En esa corrección, se eliminan escenas innecesarias, se añaden de otras imprescindibles, se detectan las primeras incongruencias entre escenas, etc. Tú mismo ejerces una mejora constante de tu primer manuscrito. 

Pero, atención, no es aconsejable hacerle más de tres revisiones profundas. Hay escritores que se encallan en este proceso, no saben cuándo parar de corregir porque siempre les parece que pueden mejorar más la historia. Realmente es así, cuanto más revises más la mejoras, pero no puedes estar permanentemente corrigiendo tu manuscrito porque si no, nunca lo publicarás. Hay que saber cuándo una historia está preparada para publicar, aunque puede ser que tú no lo estés.

Por esa razón, para el escritor que hace una historia no es aconsejable mezclar ambos procesos. Tampoco es bueno que, mientras escribes tu manuscrito, un tercero lo lea y te de su opinión, porque no está completo y esa persona no puede hacerse una idea correcta de lo que será esa historia definitivamente.

No es hasta que estoy seguro de que mi manuscrito está preparado para someterse a la crítica, que no se lo doy a leer a una persona. Y en ese momento, puedes elegir a una que sea de tu confianza, una lectora avanzada, acostumbrada a leer mucho, para que te haga de lector cero.

Yo no me arriesgo y opto por los servicios de una lectora profesional. Tras su lectura, esta me hace un informe de lectura en el que me apunta tanto los aciertos de mi historia como también las debilidades de ésta, y me aporta consejos y soluciones para mejorar la trama.

Finalmente, con esos consejos de mejora, yo vuelvo a revisar y corregir mi manuscrito de forma íntegra por lo menos una vez más, antes de enviarlo a la editorial.

También, en la fase de editing, el manuscrito pasa por una corrección ortotipográfica y de estilo, tanto por parte de la editorial como del autor, por lo que se vuelve a revisar íntegramente al menos una vez más.

Todo ello es un largo proceso de escritura-revisión-corrección-reescritura varias veces, para asegurarle al lector final la mejor calidad posible de la historia. 

Una curiosidad que yo siempre tengo con todo lo que leo, ¿cuánto tiempo, aproximadamente, te ha llevado cada libro, desde que escribes la primera palabra, hasta que dices “fin”?

Mi caso es muy particular. Si le haces esta pregunta a cualquier escritor, te dirá que entre unos tres y cinco años. Yo no soy una excepción y me sitúo en ese rango; ya que, aunque escribo cada día a razón de unas dos a tres horas diarias, no me dedico a la escritura solamente. También trabajo siete horas y media cada día y tengo mujer e hijos, por lo que no me da la vida para más. Puede ser que escritores que solo se dediquen a esta función las acaben en menor tiempo si le echan más horas diarias.

Este plazo es orientativo y es para una persona que ya disponga de una cierta experiencia narrativa. Si eres un escritor novel, probablemente el tiempo invertido sea alrededor de cinco años o más si quieres hacer una historia bien hecha.

También puede ser que haya escritores, aun con menor experiencia, pero con mayor facilidad a la hora de narrar, que se sitúen en el rango bajo del intervalo, sobre los tres años.

El hecho que te he explicado antes de que tengo varias obras a medias y voy acabando uno por año no significa que en ellos no haya invertido sus años de trabajo en escribirlas. Por ejemplo, el actual Caso Flakka mismo que ahora publico en 2022, lo inicié en el año 2016, cuando realicé el curso de novela policíaca. Fue mi proyecto para ese curso. Lo mismo me pasó con el Caso Fuga, que lo inicié en el año 2014 y lo publiqué en el año 2020.

Ten en cuenta que escribir una novela es como ponerse a pintar una habitación. El trabajo de tapar agujeros, de encintar rodapiés e interruptores, de proteger zócalos y marcos, de preparar la pintura en la cubeta, etc. te requiere la gran mayoría del tiempo. El hecho de pintar con el rodillo es lo último y lo más rápido.

El proceso de escritura es muy parecido. Todo el gran trabajo se lo lleva la planificación de la obra, documentarte sobre lo que quieres contar, determinar la estructura, construir la escaleta de capítulos, conectar la trama principal con la subtrama, pensar qué personajes necesitas para la historia y qué características necesitas que tengan cada uno, los puntos de giro, qué capítulos van en cada acto, cómo dinamizar el relato, etc. Al final, cuando lo tengas todo claro, puedes ponerte a escribir, antes no.

Por ello, es esa gran fase de planificación la que te lleva tanto tiempo. Esa estructuración no es visible ni aparece en la redacción del manuscrito como tal, pero se distingue enseguida la historia que está bien estructurada de la que no lo está. Es una característica primordial si quieres hacer una buena novela. El contar una historia no puede ser hecha como te salga, sino que debe tener una cierta secuenciación para facilitar que el lector la asimile bien.

¿Qué se siente cuando tienes tu libro “en físico” por primera vez en tus manos?

Es un placer y un orgullo indescriptible. Es como si dieras a luz a un hijo. Ten en cuenta que has trabajado durante muchos días, meses y años en esa obra, para que tenga la mayor calidad posible y guste al lector. Has cuidado tu redacción, corregido tus faltas de ortografía, repasado la trama mil y una veces, leído y releído la novela unas cuantas veces en búsqueda de incongruencias, etc.

Ver por fin tu historia escrita impresa con calidad, con una buena portada, con el texto bien maquetado, sin faltas de ortografía, con su sinopsis, con tu nombre en la portada, etc. es una pasada. Tienes ganas de que lo vean tus familiares, amigos, compañeros de trabajo, todo el mundo… 

Háblanos de la trilogía (hasta ahora) del Sargento Andrade.

El sargento Juan Andrade es mi protagonista principal, un policía ya veterano tanto en edad como en antigüedad en el cuerpo. Su elección no fue casual: se llama Juan de nombre y se llama Andrade de apellido porque son como se llaman mis dos grandes amigos. 

Tampoco su graduación no es al azar. ¿Por qué elegir a un sargento, un mando intermedio? ¿Por qué no un inspector o un comisario? Precisamente por eso, porque es un mando intermedio. Todas las películas, series, novelas, etc. seleccionan a un alto mando policial para ser sus protagonistas, pensando que con ello tienen la mayor capacidad de mando y de activación de recursos. Eso es verdad, pero también no hay nadie que les mande a ellos y tienen muy poca operatividad. Eso, creedme, es un hándicap en una obra de ficción. Yo necesitaba un mando con capacidad de actuación, que fuera operativo, que conociera su oficio, que mandara y que fuera mandado a la vez, porque así el conflicto está asegurado por todos lados.

Que el sargento sea de la Científica no es gratuito. Tiene un poco de mí y es de lo que yo mejor puedo hablar por mis conocimientos profesionales. Por tanto, siempre enfoco los crímenes desde el punto de vista técnico y científico en mayor medida, aunque no olvido la operatividad policial y la acción en mis novelas.

Hasta ahora, llevo publicadas cuatro obras de este sargento. Aunque se pueden leer independientemente, porque son historias que se abren y se cierran en ellas mismas, siguen una línea temporal de evolución entre ellas. 

Aunque sus personajes son los mismos, sus circunstancias personales cambian en cada obra porque ellos evolucionan a lo largo de los años. Por ejemplo, Laura García, la compañera de Andrade, primero quiere quedarse embarazada y no puede, luego se queda, posteriormente tiene la niña bebé y finalmente, la niña ya es más mayor.

Cada novela plantea un caso policial de investigación criminal. Generalmente, son asesinatos u homicidios, relacionados con una temática diferente: drogas, prostitución, venganza, celos, etc.

Todas las tramas son inventadas íntegramente, no son casos reales; aunque en ellas aparezcan procedimientos policiales reales y algunos detalles e indicios que también lo son.

Cuando comenzaste a escribir Caso Jaula (el primero) ¿tenías en mente que luego habría otro caso, o pensabas que se iba a quedar ahí?

Sabía que era el primero pero no el último, porque tenía más manuscritos a medias por acabar. 

El Caso Jaula fue el pionero porque, al estar su trama basada en un viaje en barco, era más sencillo «cerrar» su historia, con un inicio (la partida del barco) y un final (la llegada a puerto) muy claros; y todos los hechos que quisiera contar debían de estar encabidos en los 15 días que duraba el trayecto entre el puerto de origen y el de destino. 

Esto me ayudó a diseñar mejor la trama y me facilitó la experiencia suficiente como para aprender a estructurar otras historias mucho más complicadas.   

Imagino que será muy complicado decidir, pero… si tuvieses que quedarte solo con uno de tus libros… ¿Con cuál sería?

Eso sí que es muy difícil de contestar. No tengo ninguno que sea el predilecto, porque todos son historias únicas con las que he disfrutado mucho en su narración, son originales, y cada una de las tramas me ha costado mucho de montar.

Humildemente, creo que todas mis novelas aportan una trama interesante, desde un punto de vista del lector. Además, como muchos de los lectores me han hecho llegar por comentarios, están constituidas por hechos que, aunque sean inventados, parecen reales porque tienen detalles reales y sus procedimientos también lo son. Los personajes son policías, personas normales y corrientes con sus problemas personales, familiares, laborales, etc., que se enfrentan a una investigación que es complicada, con altibajos, con dudas sobre qué hacer, con fallos y errores y también aciertos, etc etc. No son el típico héroe que todo lo sabe y al que todo le sale bien a la primera.

De los libros publicados, si tuviera que elegir, me quedaría con el Caso Fuga. Asesinatos en el Gran Metropolitano, por ser el único libro que ha planteado una serie de crímenes en el Metro de Barcelona y que describe con toda exactitud los lugares emblemáticos de éste porque me documenté bajando a la vía e inspeccionando los túneles, cosa que ningún autor ha hecho hasta ahora.

Pero, tengo dos manuscritos policiales más, aun sin publicar, que todavía pueden ser mejores que este. Ambos tocan dos temáticas policiales que son las que más me gustan a mí y eso se está notando a la hora de su escritura. No puedo desvelar de qué van, de momento. Los tengo a medias los dos y llevo años escribiéndolos, pero estos los estoy “cocinando a fuego lento”. Estoy seguro de que cuando los publique no dejaran indiferente a ningún lector.

Presentas el cuarto libro, “Caso Flakka”, coméntanos que te esperas con él.

Espero de él lo que he esperado con los otros tres anteriores: que los pocos lectores que leen mis obras pasen un buen momento con ellas, que disfruten y que se enganchen con el libro.

Casi todos mis lectores me indican que mi libro no les dura más de tres días si se ponen a leerlo seguido. Una razón puede ser su letra grande y sus frases espaciadas, una maquetación que los hace de fácil lectura. Pero otra también puede ser por la estructuración de la trama: un primer acto donde se establecen las reglas del juego y los objetivos, un segundo acto donde se plantean todos los problemas y un tercer acto, el final, donde se incrementa el suspense y se crea una sensación de lucha contra el tiempo que le hace al lector devorar las páginas sin parar hasta finalizarlo.

Con el presente Caso Flakka he cambiado de editorial, aunque no de formato y de manera de plantear mis libros, con los que mantengo una continuidad de publicación en todos. Parece que con esta actual editorial existe más promoción en redes sociales, firmas de libros en festivales como Sant Jordi en Barcelona, etc.

También, parece que este año me invitan a festivales de novela negra, como es Lloret Negre 2022 en mayo y Cubelles Noir 2022 a finales de agosto. La gente empieza a conocerme un poco ya (después de 10 o 11 años escribiendo y cuatro novelas publicadas).

Es normal. Es el camino por el que tiene que discurrir un escritor que no es conocido.

Algunos expertos en marketing aseguran que, para ser un escritor de fama, hay que tener una marca personal…

Efectivamente, es cierto. Te recomiendan que seas activo en las redes sociales más importantes, que te crees una página web de autor, que tengas un blog donde publiques consejos de escritura, que te ofrezcas para hablar en canales de radio, que hagas presentaciones de tus libros en público, etc. etc.

Todo esto está muy bien y le crea al autor una fama entre la ciudadanía, que se nota luego a la hora de que adquieran sus obras (y más si las tienen a mano con una distribución física).

 Pero yo no puedo hacer todas estas operaciones, porque si me dedico única y exclusivamente a la promoción de cada novela que hago, no me dedico a lo que realmente me gusta que es la escritura.

Por tanto, para un escritor poco conocido como yo, no me quedaría otra que contratar los servicios de una agencia de publicidad para que ellos se encargaran de todos estos trabajos; y no quiero gastarme dinero en eso.

Los escritores famosos o con bastantes seguidores ya tienen su campaña de marketing y de publicidad que les hace gratuitamente la editorial tradicional, por lo que no deben preocuparse de eso.

Aunque yo tampoco necesito tener fama. Sólo quiero escribir y que mis lectores deseen leer mis novelas porque realmente les gustan, y no porque soy un producto artificial de marketing de una editorial.  

¿Qué es lo mejor de “todo esto”?

Lo mejor de todo esto es sentirse bien contigo mismo. Además de satisfacer una necesidad mía, creo que ofrezco un servicio a mis lectores.  

Cuando un lector me comenta alguno de mis libros, y me dice que le ha gustado; es un placer infinito. Incluso cuando alguien me expone algo que no le ha acabado de agradar, intento averiguar la razón para no volver a cometer ese error o enfocar el hecho de otra forma.

Lo mejor de todo esto es escribir sin que nadie te presione (se llaman editoriales tradicionales y te ponen un plazo para que entregues tu manuscrito), teniendo un total control de tu obra, el no tener prisa por publicar tu novela hasta que estés seguro de que tiene la suficiente calidad, sin perder tus derechos de propiedad intelectual sobre tu manuscrito, sin la angustia de no llegar a tiempo para tal o cual premio de novela, con la certeza de tener un trabajo bien hecho, etc.

Lo mejor de todo esto es ser libre escribiendo, sólo por el placer de hacerlo, sin buscar fama, reconocimiento o dinero. Ser libre para escoger publicar o no, para decidir qué manuscrito editar, o sobre qué tema escribir o qué clase de historia quiero hacer.

Ahora, una pregunta “típica” en mis entrevistillas. Anima a todos aquellos que quieren escribir libros, publicarlos, y aún no se animan. ¿qué consejo le darías?

Y tanto. Creo que ya lo hemos expuesto anteriormente, pero deciros que, si tenéis la inquietud de escribir vuestras historias, os lancéis a hacerlo. No dejéis que ni nada ni nadie os ponga trabas (ni incluso vuestra mente, probablemente vuestro peor enemigo). Superad ese respeto o ese miedo que tenéis a escribir y poneos a hacerlo.

A escribir se aprende escribiendo, en un proceso de ensayo-error, en una mejora constante con una práctica diaria, utilizando una formación o una autoformación, poco a poco, sin prisa, pero sin pausa.

Yo, ahora con la experiencia que tengo, a veces reviso otros manuscritos que tengo en el cajón olvidados de mis primeros tiempos, y noto cuánto he llegado a aprender y lo que he evolucionado comparándolos con los que escribo ahora.

Luego, no desfallezcáis ante los reveses que os podáis encontrar: el camino para el aprendizaje de la escritura es largo y duro. Esto no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia y, además, con obstáculos.

Por último, ¿dónde pueden encontrar tus libros? ¿Cómo pueden saber más de ti? ¿Y consultarte algo?

Mis libros pueden encontrarlos en cualquier librería digital por internet, o directamente en el catálogo de las webs de las editoriales de Esstudio Ediciones y de Letrame Editorial.

Mi perfil de escritor con toda la información lo encontrarán en: 

https://escritores.org/libros/index.php/item/luis-estragues-carratala

Estoy en redes sociales, en Facebook en:

https://www.facebook.com/SargentoJuanAndrade

También, para cualquier consulta, asesoría o comentario que quieran hacerme, estoy en el email:

mentoringliterario@gmail.com

Ayudo a escritores noveles a escribir su novela, en la medida en la que se pueda, con consejos y recomendaciones.

Gracias por esta entrevista, Luis. Te deseamos lo mejor.

Muchas gracias a vosotros por vuestro interés en mí y en mis obras. Ha sido un placer compartir estos momentos con vosotros. Hasta otra.

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