La España de los penaltis se mantiene en el limbo

José Blas Fernández Sánchez

     En estos días, el deporte y concretamente el futbol, ha estado inmerso en los resultados que de cada equipo iban dando en ese campeonato mundial, lo que no se entiende cómo mueva tantos millones quienes se dedican profesionalmente a ello y, más aún, jugadores que se convierten en auténticos dioses de la sociedad civil de nuestros días, cuando  éstos por jugar al balompié, exhibir camisetas de colores por el mundo mundial, se hacen millonarios porque la sociedad de consumo solo vive para el espectáculo y el protagonismo de quienes están inmersos en ello. Hemos vivido los octavos de final y su pase a los cuartos como si la vida nos fuera en ello. Se ha vivido la ilusión, la desesperación y hasta el intento de suicidio por no haber ganado España a Marruecos. Hemos compartido días de infarto delante de los televisores y todo un mundo mediático alrededor de esto como si para España su único problema fuese el pasar a los cuartos de final ganándole a Marruecos. Han sido días de conflictividad en muchas ciudades y días envueltos en costes millonarios porque parece que la ciudadanía en su gran mayoría prefiere pasar hambre, pero no dejar de ver a once jugadores corriendo, unos haciendo el ridículo y quien los dirige se hace más importante que el descubridor de la penicilina, sin olvidar hasta manifestaciones racistas de enfrentamientos con quienes trabajan en España y proceden de la otra parte del Estrecho de Gibraltar.

     Todavía quedan secuelas de ese partido donde parece como si España se hubiese roto en dos al fallar la tanda de penaltis que el equipo español no supo enderezar, pero olvidan que el penalti es la máxima sanción que los árbitros señalan en miles de partidos que se juegan a diario cuando la infracción que comete un jugador dentro del área es castigada por la pena mayor. Aquí, sin embargo, ese castigo se convierte tras una prórroga en una tanda de penaltis que condena para siempre a quien se la juega toda entre dos personas, quien dispara y quien no para o para mal, por lo que de ahí ha dependido en que hoy España venga de vuelta con las maletas vacías y fulminantemente tengamos unos cuantos días más de anestesia nacional para quienes piensan en el cese del seleccionador y se analizan a esos jugadores,  muchos con la cartera repleta y  sin haber hecho ni el huevo, que puedan o no seguir jugando o ser fichados con primas millonarias por otros equipos.

     Esto ha sido la España real de este último mes del año, es decir, nos ha preocupado mucho más y dolido el doble de que Marruecos nos elimine del Mundial en esa derrota de penaltis que en las Cortes Generales hayan querido arreglar, por la puerta falsa, el delito de sedición, la modificación del código penal o el golpe de Pedro Sánchez a la separación de poderes y meter en la cárcel a quienes no se han lucrado de un robo, porque claro, están los amigos del grupo que legisla en mayoría y mientras, incluyendo horarios de esos partidos tan trascendentales de futbol, se han llevado a cabo votaciones en el Congreso para ocultar y orillar  normas que afectan a todo un país y lo que es peor, engañar al pueblo dando por una parte pan y circo y por otra imponiendo cada día al estilo de Venezuela normas y leyes que harán que muchos sinvergüenzas y ladrones de cuello duro permanezcan en sus poltronas sin miedo a que nadie les mueva un dedo o lo que es peor, a seguir lucrándose de un sistema poco ortodoxo como es cambiar leyes para  el interés de unos pocos y hacerlas a su conveniencia para así asegurarse en próximas legislaturas que la herencia de estas componendas le sitúan en mejores condiciones para que todo cuanto han amañado y sea fruto del sanchismo nadie pueda revertirlo.

     España no debe estar callada, por más tiempo, ante tanta infamia como estamos viviendo, no puede estar impávida ante tanto desorden legislativo y tener gobernantes que sólo buscan su estabilidad política, sus sueldos y sus componendas para amigos y familiares, lo que es una bajeza, porque están aprovechándose de quienes no conocen ninguna normativa y absorbidos por los penaltis y por la guerra futbolera, su única preocupación ha sido que España fue derrotada por Marruecos. Así nos va y creo que de esta anestesia que ya tiene paliativos debemos salir con protestas y con manifestaciones ordenadas para denunciar tanto abuso y tanto perjuicios como nos están ocasionando, porque mientras que para algunos sea más preocupante unos penaltis que poner en el Tribunal Constitucional  a un exministro y a una miembro de Gabinete del Sr. Sánchez, o ver cómo a los agresores sexuales se les reduce la pena, la situación no cabe duda que no tiene parangón porque si es más importante un penalti que perder el Estado de Derecho las consecuencias serán tan graves que posiblemente terminemos no sólo sin ver esos penaltis decisivos, sino sin poder ni siquiera ir al futbol.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

4 Respuestas a “La España de los penaltis se mantiene en el limbo”

  1. Como dijo Valdano el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes y a la sociedad en gran esta destrucción soterrada que este gobierno está haciendo del estado de derecho no le toca la fibra.
    Esperemos que la sociedad haga una moción de censura en las urnas en el próximo mayo y sea la antesala de un cambio de ciclo en España.

  2. Igual que fallaron en los penaltis, en el partido de España, yo me pregunto «fallaron o quisieron fallar,??, Pues ahora pienso lo mismo, nos estamos dejando marcar goles y todos callados??.
    La pasividad es alucinante
    Cómo siempre. Enhorabuena por tu certero articulo

  3. Esto demuestra el nivel de la sociedad española , el fútbol se antepone a todo y esas masas que invaden los campos de fútbol descontrolando el orden público, pone de manifiesto el interés por los temas políticos y solo demuestra que el gobierno sabe que nadie se moverá por otro interés que no sea el circo y vivir sin dar golpe. España se rompen poco a poco y Sanchez deberá dar cuenta pronto de cómo ha derivado a este país hacia el abismo junto a sus socios.

  4. Poco a poco se ha creado una sociedad aletargada y sin principios ni dignidad. Todo vale y ante la destrucción de todo lo construido hasta que llegó al Gobierno este inepto de Sánchez y sus secuaces nadie hace nada ni siquiera el resto de políticos que dicen llamarse la oposición . Una pena y no tengo fe en las elecciones porque la memoria de los españoles es menor que la del pez. Total esperemos que me equivoque y ojalá las urnas pongan las cosas en su sitio.

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