Entrevista a la escritora Conchi Aragón

Soy una persona de lo más normal, a la que le encanta leer y escribir. Adoro embarcarme en ambas tareas, disfrutando de otras vidas y otros lugares. Y, como a muchos, me encanta relacionarme con mis amigos, viajar y esas pequeñas cosas de la vida que le ponen la guinda al pastel. Me considero una persona positiva y trabajadora que descubrió hace poco más de 10 años su pasión por la escritura y que, por este motivo, publicó su primera novela en 2015. Aun cuando sigo siendo una ávida lectora, he de reconocer que controlar lo que les ocurre a los personajes y elegir las opciones posibles es lo más.

En el instituto elegí la rama de Ciencias, por lo que acabé estudiando una ingeniería: Informática en la Universidad Politécnica de Madrid.

Cuando empecé a escribir, hice muchos cursos y formaciones que me dieron diferentes perspectivas de mi nueva afición.

Lo había intentado muchas veces, pero no pasaba de la primera página. No obstante, en el 2014 comencé y ya no pude parar. Publiqué mi primera novela, Círculo cerrado, en 2015.

No soy de releer libros. Tengo muchos favoritos, pero no recuerdo haberlos vuelto a leer, lo que sí puedo decir es que guardan un lugar predilecto en mi cabeza, porque el resto pasan sin pena ni gloria y acabo olvidándolos. 

Sofía surgió al poco de comenzar la pandemia, momento en que los niños se hallaban enclaustrados en sus  casas, sin relacionarse y volviéndose locos. 

La hija de una buena amiga me pidió que le escribiera un cuento y eso hice. Ella, por cierto, se llama Sofía. Le gustó tanto y yo me divertí tantísimo con la experiencia que comencé a escribir la serie. Por supuesto el que le regalé quedó entre ella y yo (y sus padres).

Los primeros 4 libros de la serie son para niños de 6 a 8 años y el resto, para niños de 8 a 10. Los primeros tienen un tamaño de letra mayor y los últimos, tramas más complejas. De todos modos, cada niño es un mundo, así que depende un poco de su evolución en la lectura.

Como lectora que soy, creo que una novela de misterio te ha de enganchar desde el principio. Que el autor te regale pistas que te hagan elucubrar diferentes explicaciones a lo que acontece en la historia y que el final, aun habiendo especulado cientos de posibilidades, te sorprenda de forma inesperada. Naturalmente los giros no han de faltar. Y todo ello siguiendo una lógica y un razonamiento coherente. Si esta coherencia no se consigue, se puede estropear una gran historia.

Es una antología negra. El comienzo nos presenta a unos personajes que van a participar en un juego a vida o muerte, todo se basa en que cada uno de los personajes cuente una historia que merezca la pena. Es una antología novelada. 

Participamos en ella varios compañeros de letras, y algunas de las historias son brutales y realmente sorprendentes.

A mí me resulta un método de publicarse muy práctico y conveniente. Adoro la autopublicación porque no pierdo en ningún momento el control de mi obra, aunque el trabajo que hay detrás es enorme.

Como decía, para el autor conlleva mucho más trabajo, puesto que es el propio escritor el que se encarga de la maquetación, del trabajo de corrección, de la creación de una portada que atraiga al lector, etc. Evidentemente, estos servicios se contratan y se dejan en manos de profesionales, pero siempre es el autor el encargado de estas tareas.

En cambio, en una editorial la mayoría de estos pasos los hace la casa editora, liberando al escritor de unas labores para las que, con toda probabilidad, tenga un conocimiento básico o incluso nulo.

En la actualidad estoy trabajando en una nueva novela que, con suerte, saldrá a la venta el año que viene.

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