No cabe duda de que junto con la pandemia, nuestro país está teniendo grandes carencias, que de manera ilimitada, nos están destruyendo no sólo la salud, que es lo más importante, sino la economía, las relaciones laborales, la subida de tantos productos necesarios como son la electricidad, gas y gasolina y ya para colmo estamos en las puertas, por la falta de lluvias, de una sequía que va a ser una nueva plaga para todo el entramado económico y turístico que España posee.
Ya, en el siglo XVIII, con la llegada de la Dinastía Borbón, aumentó la promoción de las artes industriales y allí aparece el agua en la industria como algo tan necesario para la elaboración principalmente en el campo, de la lana, la seda y algodón, así como también se empiezan a crear determinadas entidades para aprovechar el agua de nuestros ríos y empezar a tener industrias más fructíferas y a nadie se le escapa que nuestro país ostenta un puesto muy destacado en el mundo, en los proyectos y construcciones de presas, donde el agua se tiraba al mar de forma inaprovechable, pues el 75% de nuestros recursos hidráulicos vierten a la Atlántico y tan solo el 25% al Mediterráneo.
Hablar del agua en España es hablar de la riqueza que ella nos ha traído, pues ya desde los Romanos, el inventario que existían de acueductos, con sus sifones y conductos complementarios, eran de admiración, ya que quienes somos andaluces podemos comprobar cómo traer el agua a la provincia de Cádiz ya fue sorprenderte por su importante magnitud y todavía existen las fuentes del Tempul en plena serranía jerezana y con el paso por el término de Paterna de Rivera se puede comprobar cómo ya los romanos conducían el agua por nuestra provincia y sin irnos muy lejos, quién no hace mención y visita el Acueducto Romano de Segovia, otro ejemplo de esa agua necesaria.
Todo ello lo expongo porque ya estamos comprobando cómo la carencia de lluvias está haciendo ver pantanos y presas que por día amanecen en un estado moribundo, por lo que la lluvia, al no visitarnos, hace que no podamos atesorar toda esa agua que necesitamos y que estando en un embalse o pantano pasa después por bombas, canales, depósitos y tuberías hasta llegar a los grifos; obras estas que no nos damos cuenta de la importancia que tienen hasta comprobar que en pocos meses, de no llover, todo ello será como una nueva plaga que afectará a la economía, a la salud y a cualquier materia prima y nos hará ser distintos a lo que hoy somos. Es decir, tendremos restricciones de agua en la parcela doméstica, en los campos, en las fábricas y para el turismo, lo que hará que nos sintamos tercermundistas porque a lo mejor, hemos tirado esa agua que en su día no se aprovechó y hoy no podamos tener lo más indispensable para la vida.
Es verdad que son ciclos para las lluvias en nuestra península, pero también es verdad que nos hemos olvidado de que ese preciado líquido, de no tenerlo, todos los elementos que nos rodean para nuestra subsistencia van a truncarse en tan sólo un corto espacio de tiempo, pues ya se nos está avisando que de no llover, en mayo, tendremos restricciones de agua. Por tanto, seamos cautelosos, prudentes y no desperdiciemos ese líquido necesario que se atisba que muy pronto nos va a dejar de visitar de una manera continua como estos meses atrás y no olvidemos que una sequía en nuestro país será similar a una pandemia, pero con efectos colaterales inesperados y sin solución para abortarla.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez
Lo que puede venir con una sequía como así se espera, puede ser de consecuencias graves y esta situación parece no solucionarse. Que de malas rachas estamos pasando los españoles y ahora el agua. Así y con un gobierno perverso nos hundimos.
El cambio climático es una realidad . Científicos de todo el mundo están advirtiendo que si no tomamos conciencia de esta realidad lo pasaremos muy mal hay estudios que certifican que el sur de España osea Andalucía se puede convertir en un desierto. Pero nuestros políticos están más preocupados con sus disputas de patio de colegio que de lo que en verdad es necesario, no podemos esperar que este Gobierno sea capaz de ver la realidad ni en esto ni en nada de lo qué de verdad nesecitamos los ciudadanos. Que tomen nota y se pongan a trabajar en los trasvase y en mejorar los pantanos y se dejen de mirarse el ombligo y prometer lo que nunca cumple . La desertización es una realidad y tenemos que pararla.
Toda u a realidad de lo que está pasando. La sequía es irreversible y los gobiernos no ponen pie en pared para poder atajar el cambio climático y menos el nuestro que es inútil para todo. No sabemos qué nos espera, pero no es nada bueno. Hasta que no perdamos el agua no le daremos el valor que tiene y entonces será tarde. Siempre vamos por detrás y al final perderemos todo. Que pena!!! Enhorabuena por el artículo. Como siempre hablando de temas de actualidad y denunciando lo importante.
El trasvase de aguas del embalse del Negratín (Granada) al embalse de Cuevas de Almanzora (Almería). La conexión Negratín – Almanzora. Un esfuerzo no reconocido y que ha salvado de la miseria a una comarca