Evasión y camuflaje para la cultural local

Daniel Lanza Barba

En el apartado número uno del manual para buenos políticos mediocres (que viene a ser lo que nos ha caído encima de por vida en su amplia mayoría) deberían establecerse nuevas técnicas de evasión y camuflaje.

La situación actual, que viene a ser catastrófica, y las promesas electorales, están llevando a una serie de situaciones bastante pintorescas. Y bastante palpables teniendo en cuenta esto de que las elecciones locales nos pillan muy cerca.

Partimos de la base de que hacer política local no tiene mucho que ver en los niveles de gestión y de incursión ideológica a lo que viene siendo la política nacional. Principalmente porque el segmento es más chico, más concreto. Y no es fácil caer en la ambigüedad y la subjetividad extrema. En lo que viene siendo aquella política de lo abstracto, que es más difícil de traducir que un cuadro vanguardista.

Pero no aprendemos. Y él sesgo ideológico se cuela hasta en los jardines de los edificios municipales. Y si encima jugueteamos con el tema de la cultura, el terreno de lo fantástico y la imaginación se hace interminable.

Así vemos que todo es jauja. Todos son democráticos y se reúnen con los de la cultura. Se proponen medidas para una cultura libre, igualitaria. Sea lo que quiera que sea eso. Pero queda bien.
Pasarán unos días, y como si de espectáculo de escapismo se tratara, ya no habrá nadie por las calles merodeando, mendigando votos en los diferentes «colectivos». Y cada vez se hará más evidente él deterioro que sufre una sociedad sumisa, que no exige el aparato cultural que se merece; planes de lectura decentes, facilidad para realizar actos culturales.

Evasión y camuflaje hasta dentro de cuatro años, queridos amigos. Hasta dentro de cuatro años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *